lunes, 15 de febrero de 2010

Escoger un camino significa abandonar otros

Desertar, huir, escapar, abandonar, plantar, fugarse, dejar en la estacada, dar la espantada… Todos términos negativos y todos presentes en los últimos tiempos en Santiago. Todos presentes y en casos diferentes.

Empezamos con la historia de un chico recién salido de su país. Sólo, inexperto y nuevo en un país del que desconoce su lengua y sus costumbres. Del otro lado, un club, pequeño y humilde pero emprendedor, que confía en este talento más que el propio dueño del mismo. Meses más tarde, el muchacho abandona. No puede o no quiere seguir. ¿Falta de adaptación por su parte? ¿Por la del club? ¿Inmadurez? ¿Debilidad?................ ¿Podemos culparle?

Ahora otro contexto, otro equipo, otras circunstancias. Un hombre, hecho, maduro, veterano, competente y reputado. Tras varios meses de dificultades varias lo deja. ¿Falta de entendimiento dentro del club? ¿Sobrecarga física? ¿O mental? ¿Abandona el barco perdedor? ¿No es muy tarde? ¿No quiere participar de algo con lo que se encuentra en desacuerdo?.............. ¿Podremos entenderle?

Mismo contexto pero con diferentes variables. Otro hombre, luchador, comprometido, tolerante y paciente. Huye. ¿Discrepancias con sus colegas o consigo mismo? ¿Falta de motivación? ¿Vaso colmado de decepciones?.......... ¿De qué podemos acusarle?

Obradoiro. Temporada 2009-2010. Hoy es 15 de Febrero. 3 y media de la mañana. 7 victorias y 15 derrotas y no hablo de rachas ni de fracasos consecutivos pues nada de esto tiene que ver con una ética de resultados, sino de formas.

Hace escasos días, leí en el Correo una nota que “agradecía” sobremanera a Curro Segura el que nos hubiese enseñado que había más equipos de baloncesto que el Madrid y el Barcelona. Y parto de aquí, agradeciendo a su autora por el pie brindando, porque analizando la frase palabra por palabra, comprendiendo lo que dice y lo que calla, muestra gran cantidad de los errores que este año se han cometido en Santiago. Analicemos primero lo que dice:
1. Curro Segura. Estandarte elegido por la nueva directiva del Obradoiro a la que el luchador Docobo regala, y todavía no sé hoy porqué, el timón de un barco todavía a flote. Tras barajar varias posibilidades eligen al citado capitán, no precisamente por su trayectoria deportiva, y en vez de agradecer y cumplir celosamente su labor, asume desde el comienzo una potestad y exigencias completamente ajenas a su cargo. Pincha y corta, reina y gobierna sin control, ni planteamientos claros, ni justificaciones, atribuyéndose siempre los éxitos e inculpando a los jugadores de los fracasos. Castiga y facilita comportamientos de forma radical. No agradece ni interactúa con el aficionado, no le permite siquiera acudir un solo día al año a un entrenamiento-pantomima del equipo al que anima. Se encapricha y exige unos refuerzos concretos superando las posibilidades económicas del club para intentar difuminar sus errores. Sigue pidiendo…

2. Enseñar. En Santiago YA HABÍA BALONCESTO. Había hace más de veinte años con el Obradoiro de Aldrey pero también el año pasado. El Sar y otros pabellones compostelanos ya acogían, y no sólo como anfitrión, en temporadas anteriores, a jugadores ACB como Oleson, Asselin, Wideman, Doblas, Splitter (lesionado como visitante), Bulfoni, Savané, Grimau, Barnes, Battle, Van Lacke, Davis, Kickert, Faverani, Prestes, Cusworth, Dani López, Daniel Clark y puedo seguir, así como jugadores de prestigio internacional como Chima Balentine, Antonio Watson, Todd Fuller, Ramdell Jackson, Corsley Edwars, Tractor Taylor, habituales en sus selecciones como Sandi Cebular, Betinho Gomes, Flinder Boyd y un largo etcétera de categorías de jugadores de muy diferente calidad desde la “choquez” hasta la práctica perfección. Además, si su voluntad es aprender baloncesto, deja a un lado las posibles rivalidades y se gira 100 km al este porque un equipo de esa ciudad próxima, de los últimos 20 años, 11 ha estado en ACB. A lo mejor allí sí podía ver a Gasol o Navarro o a Mickeal, que tanto gusta ahora…. ¿Es esa la ACB que querían ver, verdad?

Lo que calla, núcleo o meollo de todo esto es, que desde el comienzo hemos estado condicionados por un complejo de inferioridad falso, impuesto y creído por la mayoría. Que sí, que ya sé que nuestras condiciones eran difíciles pero no insalvables. La gestión aprobó el examen pero dejó escapar puntos y señores, en esta carrera se necesita una nota de corte. Para acercarnos, ¿el resto quién lo puso?
1. Afición. Si bien digo que muchos son los que intencionadamente o sin intención no conocían, o no les interesaba la existencia de baloncesto en Santiago, la actitud de los aficionados a día de hoy es intachable. Ánimos antes, durante y después de los encuentros provocados por la consciencia de que en nuestra situación el sexto jugador es más que fundamental. Apoyo económico, bien en la buena acogida de merchandaising (punto también incumplido por el club, que, corto de miras, buscó un proveedor que no es capaz de satisfacer la gran demanda de productos pese a su nefasta calidad) bien en los ya programados nuevos días del club. Es decir, apoyo moral y más que moral (por no utilizar otro prefijo que empieza por –i)

2. Plantilla. El compromiso, ganas y valor de la mayoría de los jugadores ha sido irrefutable. No sé si por unos colores o bien por una necesidad de crecer egoísta, pero sana puesto que son profesionales. Otra cuestión es el equipo técnico, en el que no ahondaré más, haciendo la última mención al preparador físico (Si hubiesen ido 100 km al este el año pasado, habrían visto al vecino poniendo las barbas a remojo y sabrían qué hacer en casos como este) El coraje y arrojo han dado, tanto en Sar como fuera, momentos estelares innegables que sin embargo, no pueden redimir los errores ajenos. Además tampoco es su labor.
Con elogios y críticas llego a este punto retomando mi introducción. A veces “abandonar” no es un término negativo. Soy la primera que rezo una y otra vez que en la tempestad se ve al buen navegante, que apoyé, en Santiago, Lugo, dentro y fuera de Galicia el proyecto del Obradoiro y la primera que saltó con las victorias llegando a sangrar literalmente.

Cuando Kangas se marchó del Rosalía, lo critiqué por dejarnos en la estacada. Había faltado a su compromiso. Cuando Jackson plantó al Obradoiro le reproche una y mil veces su actitud a la que achaqué falta de profesionalidad mezclada con asuntos ocultos. Cuando me enteré de la dimisión de Laíño sentí que una vez más otro dejaba el barco.
Sin embargo. Circunstancias de la vida me hicieron pensar en los que a miras de muchos son los grandes desertores en el mundo del arte. En la Unión Soviética, multitud de niños eran sacados de la pobreza y se les daba una educación a través del ballet, una oportunidad de progresar en uno de los pueblos que más ha sufrido a lo largo de la historia contemporánea. Algunos llegaban a ser estrellas en el Kirov del antiguo Leningrado o en el Bolshoi de Moscú pero los rígidos ballets, los forzaban física y mentalmente a estancarse, acotando su repertorio, técnica o incluso hábitos alimenticios.

Era ahí donde aparecía la contradicción que les llevaba a hacer una dura elección. Elegir entre la compensación y el compromiso a los que te dieron una oportunidad pero te oprimen con su gestión, o búsqueda individual y ansia por crecer, mejorar y expandirse. Pensando en ellos, en Rudolf Nureyev, Natalia Makarova o Mikhail Baryshnikov también en mí apareció una nueva contradicción.

No soy Hamlet. No quiero dudar y no dudo. Lealtad, compromiso, responsabilidad u honradez son conceptos que remiten a la individualidad. Yo estoy dispuesta a cumplir con todos y cada uno de ellos pero si los demás no los acatan y no cumplen su obligación, la incondicionalidad no sirve de nada.

Y yo no quiero tener que elegir.

viernes, 12 de febrero de 2010

Entrevista a Rubén Domínguez, Entrenador del C.B. Breogán por Clara Mª Ramos (PARTE III)

Publico por fin la tercera parte de la entrevista con Rubén Domínguez. Os dejo los enlaces de las dos primeras partes para facilitar la lectura. Un saludo.


- Hay una cita de Moncho Monsalve que reza “Un equipo que habla en defensa son seis jugadores que defienden” es decir, la comunicación en el equipo. Yo por ejemplo, en la facultad, prefiero a un profesor con menos conocimientos pero que sea capaz de trasmitirlos a uno más sabio pero que no conecta con el alumnado. Además, en el baloncesto hay un handicap importante que es que en un mismo equipo hay muchísimas lenguas y nacionalidades, entonces ¿Cómo un entrenador conecta con ellos para transmitir los conocimientos?
Al final, los gestos, las propuestas defensivas, los bloqueos siguen siendo los mismos y hay muchísimas palabras técnicas en inglés. No es difícil en ese sentido, quizás es más difícil ponerse a hablar de cualquier otro tema pero el baloncesto es más sencillo. Yo he tenido un equipo de ocho nacionalidades en Rivas y todo el mundo hablaba inglés o español. Se buscan mecanismos para que llegue la información con jugadores que traducen o ayudantes. Además el baloncesto, pintando en la pizarra, es muy visual. Si llevas tiempo jugando es fácil saber lo que se está haciendo.

Por eso, la frase que tú dices, expresa que, comunicarse jugando facilita el juego, sirve para ayudarse. Eso sí, cada vez es más difícil hablar jugando porque cada vez es más rápida. Vas a decir algo y ya ha ocurrido. Yo por ejemplo, utilizo palabras cortas con un significado que remite a una situación concreta y son palabras clave que todos conocen.

-Sobre el aprovechamiento del tiempo muerto. Obviamente en un tiempo muerto no te vas a poner a explicarles la fusión fría o la teoría de la relatividad. El mensaje tiene que ser corto, rápido y claro pero te lo pregunto porque, justamente el otro día vi por la televisión el partido del Manresa-Madrid y me llamó mucho la atención que Ponsarnau, pidió un tiempo muerto y no les dio ni un solo apunte táctico, simplemente les decía palabras motivadoras tipo “vamos chicos, sabemos que los del Madrid son muy buenos, pero nosotros podemos etc.” Realmente, aunque nada sea absoluto, ¿Cómo se aprovecha mejor un tiempo muerto?
A lo mejor durante el partido necesitas en un momento decir algo positivo y motivarlos para que no se vengan abajo. A lo mejor, él no ha percibido que haya algún planteamiento táctico que esté mal pero puede que simplemente hayan bajado los brazos y hayan dejado de luchar. No tienes que pintar siempre, ni tienes animar siempre. Si detectas que algo sucede tienes dos formas de solucionarlo: cambios o tiempo muerto y en él puedes hablar de lo que piensas que está afectando al juego. Tampoco puedes dar mucha información ya que su capacidad de atención a 180 pulsaciones, sentado en una silla no es la mejor. Por ejemplo, Maljkovic nunca los sienta porque así se acelera más el corazón y tienen más problemas de atención, por eso siempre está de pie. Son maneras. Al final Messina hace dos semanas hablaba de algo muy parecido, simplemente les dijo” espabilad, hay que ponerse”. Antes a los entrenadores se les achacaba que sólo animaban y ahora parece que sólo puedes pintar. Cada momento necesita algo y lo importarte es acertar con lo que se necesita.

-En el baloncesto actual se ven jugadores jóvenes con unas deficiencias técnicas brutales que, muchas veces, condicionan su progresión, por ejemplo, el caso de Calderón que en España tiraba con el codo muy abierto y al llegar a EEUU le corrigieron la mecánica de tiro. A estos niveles de competición, ¿le compensa a un entrenador ponerse a impartir fundamentos, ya que el ritmo de competición exige trabajar otros aspectos, es trabajo individual, quedándose después de los entrenamientos a tirar o a aprender a colocar el cuerpo para defender o tendría que haber entrenadores específicos como en la NBA como Kareem Abdul-Jabbar? Porque en jugadores veteranos no se ven tantas deficiencias.
Hay varias cosas. Ponemos de ejemplo a Ricky Rubio, es un jugador joven, pero en cambio su manera de jugar y su desparpajo personal hacen que parezca que tiene 40 años, parece Chichi Creus, salvando la diferencia física que es mucho mejor. Así, a la hora de jugar toma siempre la decisión adecuada pero ¿Por qué? Porque tiene todos los argumentos técnicos para realizar esas cosas. Entonces cuando tú no los tienes, puedes tomar menos decisiones. Si puedes tirar, si puedes botar bien con las dos manos etc. Seguro que puedes tomar mejores decisiones que si no sabes.

Por lo tanto, la técnica es muy importante y hay que trabajar constantemente sobre ella para mejorarla.

Además hay jugadores que pueden saber hacer muchas cosas, pero a lo mejor no son capaces de hacerlas todas a la velocidad que se juega. Por ejemplo, a los pivots les puedes mandar hacer cambios y te los hacen por detrás, por delante etc. Pero a lo mejor después, en el juego no son capaces. En el tiro puede haber defectos que no son porque no tire bien, porque puede tirar bien sólo, pero si tiene un tío delante o tiene que tirar en suspensión es más difícil.

Por lo tanto, técnicamente hay que trabajar mucho y siempre y no creo que tenga que haber alguien específico que entrene técnica sino que una parte de los entrenamientos tiene que ser siempre de técnica. Al mismo tiempo también es responsabilidad del jugador, que si ve que necesita más práctica tiene las horas de tiro voluntario o la pista vacía en ocasiones, un ejemplo es Betinho que cuando acabamos de entrenar siempre se queda y cada vez tira mejor. El entrenador te puede exigir hasta un punto, a partir de ahí también tiene que salir de ti.

-Ahora te voy a hacer una pregunta que es un 3 en 1 y para ella voy a emplear una metáfora que no quiero que se entienda mal, sin ánimo de ofender ni de comparar. En mi vida he estado muy ligada a la equitación, y en hípica hay gente que prefiere domar potros, casi salvajes pero con gran potencial y moldearlos a su gusto y otra que prefiere tratar con caballos reputados, con alta doma que facilita su monta pero que ya tienen su mañas y sus vicios. Con esto quiero decir, primero ¿qué es más fácil, entrenar a jugadores jóvenes que los puedes moldear a tu gusto pero están más verdes en otras cosas o tratar con veteranos que te facilitan el trabajo y también tienen sus mañas? Por otra parte, ¿qué es más satisfactorio? y también ¿qué es más beneficioso desde el punto de vista egoísta, ya que ser el “descubridor de grandes promesas” es bastante atractivo?
Yo creo que más fácil es entrenar a veteranos buenos porque si entrenas a jugadores que tienen mucha experiencia tu trabajo es mucho más sencillo. Además la gente que es veterana y sigue, es por algo, porque es buena, porque tiene buenos hábitos, porque trabaja mucho y porque dedica muchas horas de su vida al baloncesto y están acostumbrados a eso. Cuando entrenas a gente joven, siempre tienen algo que hacer y mantener su atención es más complicado. Además tienen vicios iguales o peores que los veteranos porque son más impulsivos y agresivos. Más que la edad es la condición de que sean o puedan ser buenos jugadores. Aquellos que no son buenos jugadores o, en cierto modo, son malas personas pues sí pueden dificultar más tu trabajo.

Luego, ¿beneficios?, depende de lo que busques. A corto plazo los veteranos te van a dar más beneficios y a largo plazo la gente joven te puede dar más beneficio porque su capacidad de mejorar es mucho mayor.

Para mí lo más satisfactorio como entrenador es que cuando le pregunten a un jugador que hablen de ti como entrenador, y no yo como entrenador hablar de los jugadores que tuve. Yo prefiero hablar de los que entreno que de los que entrené. Todo lo que enseñas también tiene un precedente e influirá en lo que les van a enseñar después. Como tú decías, el resto es ego y cada uno tiene sus prioridades.

-Hay un libro de Imbroda, que se titula “Si temes a la soledad, no te hagas entrenador” ¿Es cierto? Pese a que la responsabilidad final siempre es del entrenador principal, tú que has formado parte de un cuerpo técnico como segundo entrenador, ¿no es este un apoyo fundamental para el entrenador? ¿Está tan sólo?
Según mi experiencia yo creo que no. La soledad está más en el interior, muchas veces, después del partido piensas y repiensas pero no es transmisible, es algo individual que te afecta a ti. Cada vez se trabaja con más responsabilidad y esto ayuda a que todo el mundo se apoye y se ayude aunque al final al que echan es al entrenador. Es tu responsabilidad por eso es tu soledad.

-Un modelo de entrenador: Por un lado, el que más me ha influido, Vicente Rodríguez, que ha sido seleccionador femenino y entrena en Vigo. Por otro lado Aíto porque es un ejemplo de crear algo. Ha estado mucho tiempo en los sitios para conseguir algo y es algo que admiro, es una referencia para cualquier entrenador.

-Un jugador/a que te haya impresionado en tu carrera: De los que yo he entrenado, la persona que más he visto mejorar es Silvia Luz con una gran capacidad de jugar y generar juego pese a que no tenía un físico descomunal. En chicos, Betinho, que de cuando llegó a España a ahora ha cambiado mucho y su juego es impresionante. Gente que no haya entrenado, Ricky Rubio, que es demoledor, con una capacidad de mejora brutal o Marc Gasol.

-Un momento deportivo en tu carrera: Muchos, pero tal vez, a los dos días de nacer Alejandra, mi hija, jugamos contra el Salamanca y le ganamos. Había demasiados sentimientos, pero es algo más que deportivo.

-Un momento deportivo para olvidar: No tengo, porque cuando puedes darte cuenta de lo que has hecho mal, en mi caso, me ha tocado en momentos en los que jugaba para ganar algo y llegar a esa situación es muy satisfactorio. Por eso, no me gustaría olvidarme del partido de Cáceres, porque se ha trabajado mucho para llegar ahí.

-Una comida que te guste: Camarones y lasaña.

-Tipo de música: Me gusta toda, me relaja, desde ACDC a Julio Iglesias, hasta la música clásica. Cada música tiene su momento. Me gustan las bandas sonoras también.

-Una película: “El club de los poetas muertos” porque me gusta que transmitan algo.

-Una serie: House.

-Un libro: “Allí donde el sol se pone” de Rafael Juan y Seva Redondo.

-Una ciudad: Para vivir, Villagarcía, muy tranquila y cómoda. Florencia para visitar, Granada, o todas las ciudades de la costa del norte de España.

-Un lema: “Siempre positivo, nunca negativo” Porque los niños y los jugadores jóvenes piensan más en lo que hacen mal y no le dan importancia a lo que hacen bien, por lo que hay que valorar lo que haces bien y no desesperarse con lo que te cuesta.


jueves, 4 de febrero de 2010

Entrevista a Rubén Domínguez, Entrenador del C.B. Breogán por Clara Mª Ramos (PARTE II)

-A principios de temporada, estabas muy ilusionado y contento con el trabajo realizado en pretemporada. Decías que se pretendería ascender o alcanzar objetivos altos. Ahora estamos justo a mitad de temporada. ¿Sigue habiendo los mismos objetivos? ¿Sigue habiendo la misma ilusión?
Sí, más. Cuando las cosas salen bien, siempre tienes más ilusión. Los jugadores están muy concentrados en su trabajo y hemos ido progresando pese a tener un bache en un momento porque nos quedamos sin gasolina en los partidos al quedarnos sin Nacho y Corbacho, dos jugadores muy importantes. Al recuperarlos todo ha vuelto a su sitio. Además esta liga es muy complicada, el CAI perdió en Tarragona y ¿cómo pierdes en Vigo? Pues ¿y cómo pierde el CAI en Tarragona? Todo tiene una causa y mantener el rendimiento de 8 jugadores en todo el año es muy difícil. Si tienes 12 el margen es más alto, pero si tienes menos y se empiezan a caer tíos el juego es más difícil y el gasto energético es mayor. Lo bueno es que aunque ganemos o perdamos seguimos una línea de juego de esfuerzo y hacemos cosas en las que creemos, que es lo realmente importante ya que este equipo cree lo que hace. Como entrenador eso es muy motivante.

-Hasta ahora, aunque siempre hay críticas, han sido más las felicitaciones sobre todo por el nivel defensivo que tiene el Breogán, ya que tiene muchas variantes. ¿Es cierto que los partidos se ganan desde la defensa?
Hombre, yo creo que si lo dicen todos los entrenadores algo debe significar. La defensa te permite competir los días que tienen errores ya que la realidad es que no puedes estar acertado todos los días del año y si eres capaz de defender tienes más posibilidades de ganar el partido. Ser agresivo y defender te permite que fallar un tiro no sea tan grave, mientras que para otros equipos, fallar un tiro y que se la metan, es una gran dificultad. Además, por el tipo de jugadores que nosotros tenemos, para sacarles todo el rendimiento, conseguir que se sacrifiquen y que trabajen mucho porque entonces el rendimiento del equipo será mucho mejor.

- Y a propósito, ¿Qué efecto tienen en ti las críticas?
No tienen efecto. Todo lo que hacemos es por algo, viene de un análisis. Yo sé por qué perdemos. El peor crítico que tiene alguien que se exige mucho es él mismo. Yo estoy aquí todos los días, sé como está cada jugador cada día y es ahí tienes que tomar las decisiones ya que esos jugadores son los de tu equipo. La opinión es valorable pero creo que mi opinión, o la del director deportivo, la de los jugadores o la de los técnicos ayudantes es bastante más importante ya que son los que ven todo lo que se hace y pueden evaluarlo. No puede ser que todo el mundo esté siempre contento y hay que aceptarlo. Yo no soy del Barça y me gusta como juega, seguro que al 80% de los madridistas no les gusta porque lo odian y punto así que para gustos colores.

- Hay entrenadores que arengan a los jugadores con palabras bonitas y épicas, otros que les ponen música y otros que simplemente los pican para sacar su agresividad. ¿Cómo motivas tú a los jugadores?
No motivándolos. Pienso que la gente tiene que tener el mismo compromiso que yo tengo y eso no es una cuestión de motivación porque si tienes compromiso ya estás motivado. Cuando entrenas a niños, estos necesitaban que los empujases más, pero hay alguno que el nivel de motivación es tal alto que ya antes del partido está ya en el limbo. Precisamente hay una cosa en psicología del deporte que es el nivel de activación, que en un grupo es diferente y la misma charla, no puede afectar a todos de la misma manera. Tienen que creer en lo que hacen, estar comprometidos y quizás ayudar individualmente a jugadores que estén más bajos por algún motivo. Otra cosa son los ritos que se producen a lo largo del año que se generan de una manera espontánea, como una canción que puede convertirse en algo más, aceptado por todos, como en el caso de Guardiola. Un caso curioso es el de los jugadores americanos que en sus universidades están todo el tiempo con sus cascos oyendo música. Son cosas que ayudan a la gente a estar concentrada. Para mí es más importante la concentración que la motivación.

-Has estudiado psicología. ¿Te sirve todo lo estudiado en tu día a día como entrenador? Porque desde mi punto de vista, la psicología es muy importante y creo que está muy descuidada en muchos ámbitos del deporte.
A mí me sirve mucho. Yo que he sido ayudante de varios entrenadores te das cuenta de que hay muchas cosas que hacen y que si les buscas un sentido psicológico lo encuentras. De todas maneras, cuando estoy dirigiendo un partido no pienso en psicología, pienso en baloncesto pero sí he cambiado en la forma de hablar, la forma de transmitir lo que quiero etc. Cuando tienes el conocimiento, encuentras el apoyo “científico” de lo que haces.

-¿Qué métodos tiene un entrenador para, sin ser agresivo o violento, hacerse respetar o imponerse a los jugadores? Porque además, en tu caso, que eres un entrenador joven, ¿es la juventud un inconveniente o es una ventaja ya que puedes conectar mejor con ellos?
Yo creo que no hay nada absoluto. El respeto es algo que se genera a través de una relación larga y durante muchas situaciones. Si tú respetas a tus jugadores y el trabajo que presentas es coherente y lógico, al final ellos respetan tu trabajo y te respetan a ti. No depende de la edad pero evidentemente cuando entrenaba en Peleteiro a los junior, vino Aíto a entrenar una semana a mi equipo y claro, llegó y si decía que se tirasen de cabeza, los chicos lo hacían. No tiene que demostrar sus conocimientos ahora, ya es quien es.

-¿Qué opinas de los entrenamientos a puerta cerrada? ¿Es una manera de no enseñar las cartas o es falta de confianza por parte del entrenador? Lo digo porque aquí siempre se han hecho “abiertos” pero no muy lejos de aquí se hacen siempre a puerta cerrada, sin abrir siquiera un día para hacer unos tiritos.
Cuando estás dentro de un grupo percibes las cosas de forma diferente que si estás fuera de este. Al final, el grupo tiene unos mecanismos de funcionamiento y cosas que pueden pasar entrenando pueden no afectar en nada al grupo pero sí al que está fuera. Por ejemplo, el lenguaje o las expresiones que se usan, que a lo mejor “pegan” en un grupo de chicos pero si lo sacas de contexto no “pega”. Por eso creo que se hacen a puerta cerrada, a veces pasan cosas, dos se empujan o se enfadan; no pasa nada, empieza y acaba. Si alguien de fuera lo percibe se genera una corriente de opinión y de mal rollo y al final acaba afectando cuando de la otra manera no afectaría. No creo que sea una falta de confianza, es una manera de prevenir problemas gratuitos. Eso sí, yo nunca he entrenado a puerta cerrada aunque si tuviese otro carácter tal vez lo haría.

-Tú formas parte de la Escuela Gallega de Entrenadores. ¿Qué cantidad y calidad de formación hay para convertirse hoy en día en entrenador y después actualizarse y reinventarse o estar al día, o eso es ya trabajo de cada uno?
Yo creo que ayuda a intentar que la formación sea la mejor posible. Cada vez se dan más asignaturas, con más contenidos dando una impresión global de lo que es el baloncesto.
Para actualizar esa información, si haces el curso en verano, durante el año siguiente tienes un tutor que te pide una serie de trabajos, como César Iglesias, Diego Campo y yo, intentando que tú llegues a tomar las decisiones adecuadas aplicando todo lo que te han enseñado, la metodología, la planificación etc. El año pasado, por ejemplo, tenía muchos chicos y cuando les surgía algún problema, intentaba darles un consejo o impresión, intentando haciéndoles pensar aunque después son ellos los que tienen que tomar las decisiones. Además en la página de la federación hay una sección que se llama “El club del entrenador” donde se van colgando artículos, trabajos y se anuncian los clínics. Siempre te ayuda a actualizarse.
Además la dinámica y la relación entre los entrenadores y alumnos es muy buena y cercana, hablamos, planteamos y es una forma de hablar de baloncesto sin discutir o pelearse, pudiendo tener los dos razón. Sobre todo ayudarlos a que puedan hablar entre ellos de baloncesto.

-Te lo digo porque, cada vez más, en niveles altos como LEB o ACB, se tiende más a acudir a entrenadores extranjeros como los actuales Ivanovic, Spahija, Messina y el reflejo máximo es que el entrenador de nuestra selección nacional es Scariolo. ¿Es una moda el traerlos de fuera o es que están mejor preparados? y si es así, ¿por qué o de quién es la culpa. ¿Cuándo vamos a exportar nosotros entrenadores teniendo un nivel de baloncesto a nivel de jugadores tan alto?
Yo creo que no es exactamente así. Al final, en Europa la mejor liga es la española, por lo que los mejores entrenadores acaban en esta liga. Hay tres o cuatro de fuera y el resto son españoles, como el del Barcelona o el del Cajasol y tienen buenos resultados. El TAU por ejemplo, busca un perfil de entrenador específico y tenía a Pedro Martínez, líder de la ACB y lo echaron porque no encajaba en la metodología pero en el momento que un entrenador español encaje en esa metodología seguro que lo contratarán.
Por otra parte, Scariolo es una persona que ha trabajado mucho tiempo en España, Pepu es el campeón del mundo y Aíto es semifinalista de una Olimpiada. No se les puede achacar el elegir a Scariolo. Pensaron que era lo mejor para el baloncesto español y los resultados están ahí, así que…

-En los niveles altos, sobre todo ACB los entrenadores cada vez hacen menos sistemas, tanto en ataque como en defensa y el juego es mucho más individualista, quizás por la calidad de los jugadores que manejan, con ataques muy simples, pick&roll o 1x1 y en defensa igual. Por otro lado, al mismo tiempo que es muy vistoso, el mes pasado en Sar vinieron Unicaja y Real Madrid, con Messina y Aíto y el Obradoiro, que a primera vista tiene una plantilla mucho más modesta, propuso una zona 2-3 y ninguno de los dos fue capaz de reaccionar. Entonces, ¿individualizar o sistematizar el juego qué ventajas e inconvenientes tiene?
En realidad el juego no es tan sencillo, pero tal vez los que lo desarrollan lo convierten en sencillo. Si encuentran en un partido una situación en la que generan mucha ventaja, la juegan durante mucho tiempo, bien porque la desarrollan bien o bien porque el otro equipo no es capaz de defenderla, es decir, ¿para qué van a jugar más cosas si con esa les está yendo bien?
En el caso de la defensa, ¿Cuántas veces le tienen al Madrid durante 35 minutos en zona? Casi nunca, porque la atacan bien una o dos veces pero no están acostumbrados a hacerlo. No es que Aíto o Messina no sepan solucionarlo pero es una situación atípica que produce un atasco. No es matemáticas o una línea de montaje sin fallo.

-Al mismo tiempo, hay entrenadores reputadísimos y tienen muchísimos conocimientos pero que da la sensación que, muchas veces, no tienen una capacidad de reacción rápida y parece que se ofuscan en seguir una línea de planteamientos previos al partido y que muchas veces les lleva a perder partidos. Para mí, un ejemplo, obviamente sin dudar de su capacidad, es Ivanovic porque ha perdido muchos play-off o eliminatorias a un o pocos partidos porque, tiene sus planteamientos y parece no reaccionar. ¿Qué opinas sobre este tema?
Hombre, primero que Ivanovic también ha ganado muchos play-off y sólo los pierde el que los juega. Ivanovic tiene una forma de funcionar que le da rendimiento. Después es cierto que hay momentos en que no le da rendimiento, pero no vas a estar cambiando tus ideas porque en un momento dado no estás ganando ya que entonces al final no construyes nada. El tiene una filosofía y es de esa manera siempre.
En la época en la que tenía a Noccioni, planteaba muchas cosas diferentes y con buenas reacciones pero tal y como está jugando el equipo, a lo mejor le impide proponer otra cosa porque no está a su nivel y no puede. Por lo tanto, lo que sueles proponer es lo que más probabilidades tienes de que salga bien, porque a lo mejor lo cambias y sale peor.
Por ejemplo, Aíto saca el día de la copa a Gomis y al final juega totalmente diferente al resto del partido pero aún así pierde, por lo tanto reacciona, aparta sus planteamientos tácticos y deja que un jugador que juegue sólo y genere el toda la ventaja.
Hay momentos en los que un equipo juega de una manera, por ejemplo, el año pasado Los Barrios no iba ganando nunca antes del descanso porque jugaban para desgastar a un jugador o sacarle faltas y en la segunda parte cambiaban, es decir, provocaban algo que querían aunque para el espectador es difícil de ver. Muchas veces, aunque no saques una ventaja directa en la primera parte, el trabajo hay que hacerlo pensando a largo plazo.